Como material de fabricación alternativo al acero inoxidable están los fregaderos sintéticos en sus distintas variantes.
Su sistema de fabricación permite diseños con cubetas muy profundas, de hasta 20cm. aproximadamente y curvas con radios muy amplios para aprovechar al máximo el espacio.
Los diferenciaremos en tres grupos con distintos niveles de calidad, acabados y precios.
Sintéticos de Resina o Fibra
Fregaderos compuestos de una mezcla de resinas acrílicas, cargas minerales de alta resistencia, aditivos y el pigmento necesario para obtener el color elegido.
Ofrecen una resistencia media a las ralladuras, temperatura (140ºC) y golpes. Alta para la cal y son antibacterianos.
En cuanto a ventajas frente al acero inoxidable podríamos destacar la gran variedad de colores a elegir y la rapidez de fabricación.
También la facilidad para fabricar la encimera y el fregadero en una sola pieza, dando como resultado auténticas cocinas de ensueño que no pasan desapercibidas.
Este sistema aporta grandes ventajas en cuanto a estética, facilidad de limpieza e higiene.

Sintéticos de Cuarzo
La composición de estos fregaderos es aproximadamente de un 80% de cuarzo y un 20% de resinas creando una textura muy fina y sin poros.
Este tipo de material impone en tú cocina una estética cautivadora desde el primer momento en que los ves, porque otorga elegancia, distinción y robustez al mismo tiempo.
Durante el proceso de fabricación y en la fase de cocción, alcanzan temperaturas de hasta 1200ªC, por lo que una vez terminados soportan altas temperaturas (300ºC)
Amplia gama de colores, absorben bien el sonido y son muy resistentes a los impactos, arañazos, rayos UV, al paso del tiempo y a los productos ácidos.

De Granito
Los fregaderos cien por cien de granito están compuestos de minerales de cuarzo, mica, y feldespato.
Los más habituales están compuestos en un 80% de granito natural y un 20% de acrílicos y pigmentos que también son muy resistentes y soportan muy altas temperaturas.
Carecen de poros, consiguiendo por tanto un acabado muy fino y agradable al tacto, por lo que son altamente higiénicos, saludables y muy fáciles de limpiar.
Tienen una dureza excepcional, que los dota de una resistencia a toda prueba y los mantiene impolutos durante mucho tiempo.
